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Antonio Matias Patanian

Personalismo y soberbia

Veinticuatro horas después de la hecatombe, Passarella adoptó dos importantes medidas: puso al mando del plantel profesional al hasta entonces jugador e ídolo Matías Almeyda e inició una auditoría a la gestión de su antecesor, Jose María Aguilar. La investigación busca determinar el destino de los casi 4 millones de dólares por la venta del jugador Fernando Belluschi, establecer responsables por el incumplimiento de un contrato de 500 mil relativos a un partido ante Boca Juniors en Bolivia y denunciar penalmente a los responsables de las irregularidades en la construcción del Museo River, entre otros.

 

 

“No entiendo por qué tardó un año y medio. Me parece muy bien que lo haga, pero no sé por qué lo hace ahora. Es una medida mediática. Es la autopsia del muerto. Me va contar que a River lo han manejado mal, pero River está muerto”, se lamenta D’Onofrio.

 

 

La oposición lo acusa de soberbio, personalista y de no aceptar las opiniones externas que buscan darle una mano al club. Patanian señala que “antes de comenzar el campeonato le dijimos a Passarella que estaba subestimando la situación futbolística, que queríamos tener acceso a cómo estaban reestructurando el déficit mensual operativo, que estaba enfrentando este torneo con un técnico que tenía en su haber tres descensos (Juan José López) y nos opusimos a la compra del jugador Adalberto Román por el cual se pagaron 3 millones de dólares. Cuando veíamos venir la debacle le pedimos una reunión para rehacer las relaciones con la Asociación de Fútbol de Argentina (AFA) y para saber qué estaba pasando con el plantel profesional. Nos contestó telefónicamente que nos quedáramos tranquilos, que la reunión se llevaría a cabo el 30 de junio, ya con River en la B (el cuarto descenso en la carrera de López)”.

 

 

 

Fuente: http://www.capital.cl/reportajes-y-entrevistas/la-debacle-de-river-6.html

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